miércoles, 7 de septiembre de 2016

PRIMEROS TRES AÑOS

Primera etapa

El juego es la respuesta a la pregunta ¿cómo llegan a ocurrir las cosas nuevas?
— Jean Piaget.

CONFIANZA VS DESCONFIANZA

Según Erikson, primera etapa del desarrollo psicosocial, en la cual los infantes desarrollan un sentido de conabilidad de personas y objetos.

La primera de las ocho etapas de desarrollo psicosocial  propuestas por Erikson es la de confianza básica frente a desconfianza básica. Esta etapa comienza en la infancia y continúa más o menos hasta los 18 meses. En este periodo, los bebés desarrollan un sentido que les permite detectar el nivel de confiabilidad de las personas  y los objetos de su mundo. Necesitan desarrollar un equilibrio entre la confianza  (que les permite formar relaciones íntimas) y la desconfianza (que los habilita para protegerse). Si predomina la confianza, como debería ser, los niños desarrollan la virtud de la esperanza: la creencia de que pueden satisfacer sus necesidades y cumplir sus deseos (Erikson, 1982). Si predomina la desconfianza, los niños verán al mundo como un lugar poco amistoso e impredecible y les resultará difícil establecer relaciones. El elemento crucial para el desarrollo de la confianza  es un cuidador delicado, sensible, y constante. Erikson consideraba que el momento de la alimentación era el escenario para establecer la mezcla correcta de confianza y desconfianza. ¿Puede el bebé contar con que será alimentado cuando tenga hambre y por ende puede confiar en la madre como representante del mundo? La confianza permite al bebé dejar que la madre salga de su vista “porque se ha convertido tanto en una certeza interna como en un pronóstico externo” (Erikson, 1950).



AUTONOMÍA VS VERGÜENZA Y DUDA

Segunda etapa en el desarrollo psicosocial  propuesto por Erikson, en la que los niños logran un equilibrio entre la autodeterminación  y el control de otros.


Erikson (1950) identicó el periodo entre los 18 meses y los tres años como la segunda etapa del desarrollo de la personalidad,  autonomía frente a vergüenza y duda, la cual se caracteriza por un cambio del control externo  al autocontrol . Una vez que salieron de la infancia con un sentido de conanza básica en el mundo y una incipiente conciencia de sí mismos, los niños empiezan a sustituir el juicio de sus cuidadores por el suyo propio. La virtud que emerge en esta etapa es la voluntad. El entrenamiento en el control de esfínteres  es un paso importante hacia la autonomía y el autocontrol. También el lenguaje; a medida que los niños son más capaces de dar a conocer sus deseos, se vuelven más poderosos. En opinión de Erikson, puesto que la libertad ilimitada no es segura ni saludable, la vergüenza y la duda son necesarias. Los niños pequeños necesitan que los adultos establezcan límites apropiados y la vergüenza y la duda los ayudan a reconocer la necesidad de esos límites.


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